25 de marzo de 2024

El Monasterio de Santa Paula: Un patrimonio histórico en Sevilla

El arte y la espiritualidad del Monasterio de Santa Paula en Sevilla

Monasterio De Santa Paula Monasterio De Santa Paula

La Catedral de Sevilla, la joya de la corona

El Monasterio de Santa Paula en Sevilla es un importante conjunto monumental que reúne un gran tesoro patrimonial, con una iglesia que es un auténtico manual de historia del arte y un pequeño museo que alberga obras de gran valor.


El Monasterio de Santa Paula: Un tesoro escondido en el corazón de Sevilla

Calle Sta. Paula, 11, 41003, Sevilla

En el corazón del Barrio de La Macarena, no lejos de la Basílica y de otras iglesias de Sevilla, se alza la esbelta espadaña del Monasterio de Santa Paula. Su imagen aérea, la melodía de sus campanas y sus coloridos azulejos le valieron el apodo de "el príncipe de las espadañas", otorgado por Sor María Cristina de la Cruz Arteaga, priora del monasterio desde 1944 hasta su fallecimiento en 1984 y actualmente en proceso de canonización. Para hablar de sus orígenes, debemos remontarnos al reinado de los Reyes Católicos. Fue el Papa Sixto IV quien concedió la fundación del Convento de Santa Paula de Sevilla en una bula plomada el 27 de enero de 1474. La fundadora, Ana de Santillán, vio así cumplidas sus aspiraciones tras recluirse en un beaterio a los 18 años, a la espera de fundar en sus propias casas un monasterio de monjas de la Orden de San Jerónimo.

Nacida en 1424 en Sevilla, Doña Ana era hija de Fernando de Santillán, uno de los conquistadores de la ciudad junto a San Fernando. Tras casarse con Don Pedro Ortiz Núñez de Guzmán, tuvo una hija, pero pronto quedó viuda y pocos años después también perdió a su descendiente. Nombrada priora de por vida por la citada bula, Doña Ana firmó su carta de profesión y recibió el hábito de la orden junto a otras compañeras. Por entonces, la iglesia ocupaba la actual sala capitular. No sería hasta unos años más tarde, gracias a la ayuda de Doña Isabel Enríquez, bisnieta de Enrique III de Castilla y de Fernando de Portugal, que se levantaría la iglesia actual.

Doña Isabel había casado con el Condestable de Portugal y Marqués de Montemayor, Don Juan de Braganza. Pocos años después de su traslado a Sevilla, su marido falleció en la guerra de Granada. Por entonces, Doña Isabel ya frecuentaba el Monasterio de Santa Paula, y decidió edificar la iglesia y los coros que albergarían el panteón de su esposo y el suyo propio. Pasaron casi un siglo hasta que llegaron dos de los imagineros más importantes, Alonso Cano y Martínez Montañés, a enriquecer sus paredes. Estos artistas fueron algunos de los que han contribuido a engrandecer el monasterio.

Como ocurre con la mayoría de los conjuntos monumentales de los conventos sevillanos, el Monasterio de Santa Paula reúne desde su fundación en 1473 por bula papal del Papa Sixto IV un gran tesoro patrimonial que se ha ido desarrollando e incrementando a lo largo del tiempo. Indiscutiblemente, la parte más importante de este conjunto patrimonial es la iglesia. Comenzando por su hermosa portada de 1504, en la que se combina el estilo de los Reyes Católicos con el ladrillo modulado, una puerta gótica avocinada y la introducción del azulejo plano, una técnica importada desde Italia por Niculoso Pizarro. La portada cuenta con motivos grotescos propios de la época y una serie de tondos, el primero y principal de Luca della Robbia y el resto de Pedro Millán, el primer escultor conocido de la escuela sevillana.

Una vez admirada esta hermosa portada, ingresamos en la iglesia. Como muchas de las iglesias conventuales sevillanas, con la excepción de Santa Inés, tiene una planta muy sencilla: una planta rectangular llamada planta de cajón. Un tercio en los pies está separado del resto de la nave por una doble reja que divide la nave del coro alto y el coro bajo. En la cabecera se encuentra la capilla mayor, cubierta por un bellísimo artesonado de Diego López de Arenas de 1623, una de las obras fundamentales de esta técnica sevillana. Mientras tanto, la capilla mayor, por el momento constructivo del último tercio del siglo XV, está cubierta por una bóveda gótica.

Monasterio De Santa Paula 2

El Monasterio de Santa Paula: Una visita imprescindible en Sevilla

El Monasterio de Santa Paula en Sevilla es un testimonio excepcional de la arquitectura, el arte y la espiritualidad de la época de los Reyes Católicos, con una impresionante iglesia y un pequeño museo que albergan obras de gran valor.

En esta iglesia monacal, podemos estudiar la evolución del retablo desde el primer tercio del siglo XVII hasta el primer tercio del siglo XVIII. Comenzamos con Alonso Cano y el retablo de San Juan Evangelista, continuamos con Felipe de Rivas y el retablo de San Juan Bautista, y luego Gaspar Dionisio y el resto de la familia que completan los retablos de la nave. El retablo mayor, sin embargo, corresponde a otro momento constructivo. Es de 1730, de José Fernando de Medinilla, e introduce elementos del siglo XVIII, como las columnas sustituidas por estípites y una decoración que domina sobre la arquitectura.

En cuanto a la escultura, tenemos imágenes del primitivo retablo mayor que fueron incorporadas al nuevo retablo mayor, como la imagen de Santa Paula, la titular del monasterio, obra de Andrés Ocampo de finales del siglo XVI. También contamos con dos piezas fundamentales: San Juan Bautista y San Juan Evangelista, obras de Juan Martínez Montañés, el escultor que dio un impulso definitivo a la escuela sevillana dentro de un naturalismo protobarroco. Otra pieza fundamental dentro de la escultura es el Cristo del Coral, de principios del siglo XVI, atribuida a Pedro Millán, una de las primeras piezas de la escuela escultórica sevillana que se estaba fraguando en esos momentos.

Por lo tanto, podemos decir que la iglesia en sí misma es un auténtico manual de historia del arte, donde podemos estudiar la evolución del arte sevillano desde finales del siglo XV, momento constructivo de la iglesia que es de estilo gótico, hasta el siglo XVIII, con la aportación fundamental del retablo mayor. Una vez que hemos admirado este maravilloso conjunto de la iglesia conventual, que es una auténtica catequesis de cómo ha ido evolucionando la mentalidad artística conforme a la devoción a lo largo del tiempo, también podemos visitar y admirar parte del tesoro conventual en un pequeño museo.

Este museo, repartido en tres salas, fue una iniciativa pionera de las religiosas de Santa Paula, gracias al gran espíritu innovador de Madre Cristina de la Cruz de Arteaga, priora de ese monasterio, doctora en Filosofía y Letras y, por lo tanto, con una gran sensibilidad cultural. Vio en la creación de este pequeño museo conventual una manera de acercarse al pueblo, mostrando esa cultura a las personas interesadas. En él se exponen piezas muebles que han ido enriqueciendo el patrimonio conventual a lo largo del tiempo, como un San Jerónimo de la escuela de Ribera, pequeños fanales a lo largo de los salones, objetos litúrgicos como capas pluviales, custodias y cálices, y el recinto más característico y rico, el coro alto.

Desde el coro alto, podemos acceder a él y tener una visión distinta de la iglesia, la visión que tiene la religiosa. En él, llama mucho la atención un magnífico nacimiento en una anacina, que es una auténtica catequesis de la historia de la salvación, pues está representado desde Adán y Eva hasta el nacimiento de Cristo. Otra pieza que llama la atención es un bellísimo San José, que en su peana tiene reproducida una carpintería, con la Virgen con sus labores y el Niño Jesús ayudando a San José.

Web oficial Convento de Santa Paula

Animamos a todos a acercarse a este Monasterio de Santa Paula, a disfrutar, contemplar y aprender de ese magnífico patrimonio cultural y religioso que se ha ido acumulando a lo largo del tiempo. Verán cómo, nada más ingresar por la puerta que da lugar al patio conventual, sea del museo o sea de la iglesia, hay que cambiar completamente el chip frente a todo el tráfico y el ruido continuo que uno tiene en el exterior, y se encuentra un ambiente de paz y tranquilidad que llama la atención. Y si eso se completa con la adquisición de los distintos productos de repostería que realizan las religiosas, entonces tendrán una visita completa y podrán aprender de ese patrimonio religioso toda la evolución a lo largo del tiempo.

Horarios del Monasterio de Santa Paula

el horario del Monsterio de Santa Paula es de Lunes a Domingo Mañanas: 9:30 a 13:30 Tardes: 17:00 a 18:45